jueves, 8 de marzo de 2012

Las mujeres en los medios. Una mirada desde el campo de la comunicación

La Facultad de Periodismo y Comunicación Social, a través del Observatorio de Comunicación y Género y del Observatorio de Jóvenes, Comunicación y Medios, realiza acciones de seguimiento de medios gráficos que permiten profundizar en el modo en que el discurso informativo produce y reproduce significaciones sociales en torno a la mujer y lo femenino, desde una perspectiva que entiende al campo de las ciencias sociales vinculado a la intervención, como un modo de problematización que pueda y deba incidir en la agenda pública.

Al mirar desde género, observamos cómo aparecen narradas las mujeres y encontramos como variables emergentes del análisis de casos la articulación entre cuerpo, belleza, poder, salud y violencia.

En primer lugar, queda de manifiesto que la exigencia social y mediática de adaptarse a los modelos ideales corporales es mayor que la de los varones y se da una relación inapropiada entre belleza y salud, o lo que es lo mismo, traduciendo la belleza y la salud como dos términos equivalentes al éxito social.

En los niveles de la procreación y el del erotismo, el cuerpo de las mujeres es un cuerpo "para los otros" y, por ello, se considera que las mujeres son expropiadas de su sexualidad, de su subjetividad y desde luego de su cuerpo.

En el contexto publicitario, la salud del cuerpo es un bien de consumo que puede adquirirse, siempre y cuando las mujeres estén dispuestas a admitir como patológicas ciertas manifestaciones propias de la vida humana: el envejecimiento, los síntomas premenstruales, la menopausia, la obesidad etcétera, y puedan comprar una serie de remedios “pensados para mujeres”, produciéndose así un vínculo teórico perverso entre la feminidad y la enfermedad.

Violencia hacia la mujer: el paradigma de la estigmatización femenina en los medios

En el análisis de artículos de prensa sobre violencia hacia la mujer y femicidios, la mirada, lejos de estar dirigida a los procesos y a las relaciones de dominio que provocan las situaciones de violencia y que generalmente se invisibilizan, congela a las imágenes en un estado de victimización.

En el tratamiento mediático de los casos de violencia hacia la mujer aparecen relatos míticos tales como la persistencia de referencias a móviles pasionales, de locura pasajera que causa el amor para explicar las posibles causas de los asesinatos de mujeres; no se da cuenta del contexto, los procesos que desencadenan los actos de violencia y la misoginia estructural que habilita estas prácticas; se nota la recurrencia a la fórmula “confuso episodio” o “instancias poco claras”, se omite cualquier referencia para conocer las características de las situaciones donde las mujeres son sometidas a una situación de violencia; se evidencia la reticencia a acuñar el concepto femicidio o feminicidio en las crónicas periodísticas; la espectacularización de casos de femicidios presentados con elementos de la narrativa romántica, como una tragedia o como hecho sangriento.

Estas características responden a un contexto más amplio en el cual los medios masivos no se constituyen como actores para la circulación de noticias entendidas como bien social, y respondiendo al derecho a la información, sino como empresas que responden a sus intereses económico-políticos y no a los de las comunidades que integran.

A través de esta lógica mediática, hemos visto como una operación muy recurrente es la mirada reduccionista sobre problemáticas sociales generales –femicidio, violencia de género, violencias físicas y simbólicas hacia minorías, en general-, frente a la que se opta por el camino de espectacularización de la noticia, desde una concepción que la liga a una mercancía y no a un derecho colectivo.

En otros estudios hemos visto como los medios “prefieren” ocuparse de casos de violencia ligados a la idea de inseguridad entendida en el sentido tradicional –asaltos, robos, secuestros, incluso abusos o violaciones- entre desconocidos, que tratar los casos de violencia doméstica, cuya abrumadora mayoría son casos de violencia hacia la mujer –esposas, hijas, hijastras, nietas, hermanas, mayoritariamente mujeres jóvenes, en casos de violencia física, abuso, relaciones de sexo forzadas entre parejas y femicidios-. Pudimos verificar que, entre noticias publicadas en una misma fecha, y de gravedad similar, los casos de “inseguridad tradicional” se repiten en los días sucesivos en promedio 4,4 veces, mientras que los casos de violencia doméstica se repiten en los días sucesivos 1,7 veces en promedio, es decir, menos de la mitad.

Esto evidencia sincrónicamente dos factores, la intencionalidad de los medios por repetir con mayor intensidad los hechos violentos cuya respuesta esta normalmente asociada al trabajo de las agencias de control penal/social, en donde el vínculo con las políticas públicas y el Estado es más notorio, pero también la complejidad que implica el abordaje de problemáticas sociales como la violencia hacia las mujeres, que requiere necesariamente de una perspectiva de género que entienda a las sexualidades como construcciones sociales con diferentes modos de vivirlas.

Entendiendo al género en relación, en el marco de posibilidades y de lo que no debe ser, según las normas social e históricamente impuestas, nos proponemos pensar las sexualidades en tanto significante social, cultural y político y cómo estas aparecen representadas y narradas en los medios de comunicación masivos.

Aprovechamos la conmemoración del Día de la Mujer para resaltar importancia que tiene la formación de periodistas, comunicadores e investigadores con perspectiva de género, conociendo el poder de la palabra para construir el mundo, y la relevancia de las ciencias sociales para la intervención en las políticas públicas.

Centro de Extensión en Comunicación y Género

Observatorio de Jóvenes, Comunicación y Medios

Facultad de Periodismo y Comunicación Social

Universidad Nacional de La Plata

viernes, 2 de septiembre de 2011

“La violencia doméstica es la mayor causa de lesiones y muerte de mujeres en el mundo”



Elena Highton de Nolasco, Vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia de la Nación,  visitó la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, en donde se está llevando a cabo el Congreso de Comunicación y Ciencias Sociales desde América Latina: “Tensiones y Disputas en la Producción de Conocimiento para la Transformación" (Comcis).
Invitada por el Centro de Comunicación y Género para participar del panel “La perspectiva de género en las políticas públicas en Argentina y América Latina”, junto a la Dra. Dora Barrancos y a la Licenciada Florencia Cremona, la Dra. Highton de Nolasco habló sobre la Oficina de Violencia Doméstica, que depende del máximo tribunal del país, y está bajo su órbita.
 “El estado es uno, más allá de la división de poderes, cada uno hace su pedacito. Hay una política de Estado, estamos atrasados en cuanto a lo que piden los acuerdos internacionales, pero el hecho de tener una oficina como la que tenemos ayuda. Además hay que entender que la violencia doméstica, por más de que ocurre entre cuatro pardes, es una cuestión pública que afecta a mujeres y varones”, afirmó Elena Highton de Nolasco.

¿Qué importancia tiene para Usted venir a dar una charla a una Universidad pública?
Me parece muy importante porque es una Universidad Nacional, además yo vengo de la UBA. De los ciento y pico de años que tiene la Universidad de Buenos Aires, yo hace 50 que formo parte de ella, primero como alumna, después profesora, ahora soy profesora emérita. Las universidades nacionales creo que son lo mejor, mis hijos estudiaron también en universidades nacionales. Este congreso creo que es muy relevante, yo estoy constantemente trabajando para solucionar el acceso a la justicia de las personas más vulnerables, y estoy en campaña para difundir las cuestiones relacionadas con la violencia doméstica, violencia contra la mujer y violencia en general;  y el acceso a la justicia, que es un tema  fundamental para la corte. Los jueces no somos máquinas de hacer sentencias, en el menú de posibilidades no debe haber una sola vía, la vía de entrar e ir hasta la sentencia. Hay que ofrecer un menú amplio de opciones, y dentro de eso está la resolución de las disputas, oficinas de información ciudadana, oficinas de violencia doméstica, que está dentro de la Corte, y es la única Corte del mundo que tiene oficina de violencia doméstica. Pero ya abrimos tres en el interior: en Tucumán, en Santiago del Estero y en Salta.

Una de las cuestiones que en este momento está circulando en los medios de comunicación y en la opinión pública tiene que ver con la violencia de género. En el país hay legislación, pero ¿qué falta para que la sociedad tome conciencia?
Bueno, hay una ley contra la violencia hacia la mujer, que se sancionó hace unos dos años, la ley tiene todo, incluso la violencia mediática. Pero el tema es, además de que haya una ley y que se aplique, que la gente y los medios tomen conciencia. Los medios de comunicación recién ahora van tomando conciencia, pero hasta el año pasado no han hablado del día internacional de la no violencia hacia la mujer. La no violencia es un derecho humano declarado por la Organización de Naciones Unidas. La violencia doméstica es la mayor causa de lesiones y muerte de mujeres en el mundo, y esto no es cosa de pobres o ricos, en todas las clases sociales hay violencia.

¿El sistema jurídico de la Argentina es un sistema que legitima una matriz cultural machista?
El sistema jurídico viene desde siempre, y de alguna manera el sistema jurídico se va formando según la sociedad. Cada vez se va mejorando, y de una sociedad, de una cultura, sale determinado código o determinadas leyes, que se van modificando según las pautas culturales. Por ejemplo, una ley de violencia hacia la mujer era inconcebible, no digo hace veinte años, hace cinco años atrás era casi inconcebible. La sociedad es la que pide determinadas leyes, pero los cambios sociales ocurren o van ocurriendo más rápido de lo que una ley los incorpora, pero hay leyes que son muy modernas, o que tienen aspectos muy por fuera de la cultura que nadie las entiende y nadie las aplica. Por eso tiene que ir acompañándose el proceso.

Y en este sentido, ¿cuál es la importancia de la apertura de la Oficina contra la Violencia Doméstica?
Nuestra meta es dar acceso a la justicia. De modo que no se llama Oficina de Violencia de Género, o de Violencia contra la mujer, porque la Corte es neutral: atendemos a mujeres y a hombres, y por eso el nombre es Oficina de Violencia Doméstica. Ahora bien, las estadísticas nos dicen que las mujeres víctimas de violencia son el 80 por ciento, y los hombres el 20 por ciento. De ese 20 por ciento, el 14 son niños, con lo cual tenemos que sólo un 6 por cierto de las víctimas son hombres adultos. Desde la oficina de la Corte se atiende a todos, de cualquier edad, clase social, extranjeros, incluso hemos atendido a personas indocumentadas. Esto es importante remarcarlo por el tema de la trata de personas, en donde hay un patrón de sometimiento y sobre poder, y como la oficina está abierta las 24 horas, todos los días del año la gente viene a denunciar estos casos, y desde ahí se arma todo una red de protección.

¿Los medios masivos de información qué implicancia pueden tener en cuanto a la construcción de un discurso que avale la violencia doméstica?
Los mismo, los medios son parte de una sociedad y de una cultura y reflejan a esa sociedad y a esa cultura. Los medios están aprendiendo, cuando se concientizan hace que la sociedad cambie más rápido. Eso tiene que ver con las realidades que construye cada medio, cada persona lee un diario distinto, y por lo tanto, lee realidades distintas, tal vez opuestas. Pero los medios acompañan a los procesos sociales, por ejemplo, este año está apareciendo por primera vez cierta conciencia que lleva a que los periodistas ya no titulen “La mató porque la quería”, ya se dice, se aprende que esto es femicidio, que es producto de la violencia doméstica, que los culpables muchas veces son los maridos, cosa que antes no se sospechaba, ahora se investiga. Muchas veces en casos de violencia hacia la mujer se dice que el golpeador estaba loco, borracho, lo cual legitima la agresión. De todo esto hay que aprender, nada justifica que sea violento. La violencia doméstica es cosa de varones y de mujeres, y toda la sociedad tiene que estar involucrada.

martes, 23 de agosto de 2011

“La perspectiva de género en las políticas públicas en Argentina y América Latina”







En el marco del Congreso Comunicación/Ciencias Sociales desde América Latina (COMCIS), la Facultad de Periodismo y Comunicación Social (UNLP) invita a participar del panel: “La perspectiva de género en las políticas públicas en Argentina y América Latina”, con la presencia de:

Elena Highton de Nolasco, Vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia de La Nación, primer Ministra designada por un Gobierno Democrático para desempeñar cargos en un Tribunal máximo de Justicia en el año 2004. 

Dora Barrancos, Socióloga y Doctora en Ciencias Humanas en el Área de Historia de la Universidad Nacional de Campinhas.  Directora del CONICET.

Florencia Cremona Lic. en Comunicación. Centro de  Comunicación y Género Facultad de Periodismo y  Comunicación Social


                       30 de Agosto, 15.30 hs, Aula Anfiteatrada. Diagonal 113 y 63, La Plata.


viernes, 15 de julio de 2011

La fiesta Pro

por Florencia Cremona (Directora del Centro de Comunicación y Género - FPyCS - UNLP)

Me mata el clima de quinto año del Cardenal Newman, globos y sana alegría (superficial, proactiva, canchera, básicamente despojando a la política de su característica constitutiva: el conflicto). Así se ve desde mi televisor la cobertura fellinesca que hace TN  del porcentaje de votos que el Pro sacó en Buenos Aires.

Macri dice que todo es gracias a “trabajar en equipo”, “a los valores” (¿) y se muestra el mismo como el socio vitalicio de una política de cooperadora de parroquia. Durante el montaje del acto de festejo se evoca siempre a un  presente perfecto: “hacer, proponer, trabajar en equipo”. 

El staff parece el equipo del Cardenal Newman, aunque lógico y como siempre,  algunos mediopelo.

Estaba Larreta, el esposo de la wedding planner Bárbara Diez, que ponele le arma el bautismo al pibe de Wanda Nara, todo con motivo  de Dolce y Gabbana, ponele que casi se la arma también a Zaira y a Forlán.

El rabino, canchero  como los que dan cursos de kabbala a estrellas de rock like Madonna, te deja pensando con esas frases que emulan los aforismos de José Naroski,..”Usted que quiere una vida feliz o ser feliz en su vida”.

En fin, me sorprende la vigencia del esquema  neoliberal de autoayuda, que barre la estructura y la superestructura y las condiciones de economía política mundial que organizan un mundo desigual e inequitativo.  Este alegre amarillo secundaria, niega obstinado que su plataforma se sostiene en una organización del poder basada en la idea de que algunas personas tienen más verdad que otras, más derechos y que las condiciones de subalternidad son culpa de la ineficiencia personal. 

En el festejo del PRO la política no se nombra y así recoge votos de una modelo de pensamiento bien arraigado en nuestra cultura gracias a una hegemonía que durante siglos nos quiso hacer creer que había que  avanzar,  limpiar, higienizar, progresar. Todo a costa de la negación sistemática de las luchas populares que se iniciaron en nuestros pueblos latinoamericanos desde antes de la conquista española. 

Y bueno, después de tres o cuatro frases anodinas como “que bien venimos juntos”,  se armó un fin de fiesta  igualito a los que me tocaba asistir aquí en esta capital de provincia,  en  1990 (a mis 15 años). Festejos en los que las chicas flaquísimas y parecidas a las Barbis (auge de Dotto Models) se animaban a un quiebre de cadera mientras un montón de pibes rugbiers se sacaban la corbata para revolear al ritmo de la música “de los villeros”.  Gilda, Gladis la bomba tucumana, Alcides, la Mona. Esos artistas traspiraditos y de piel grasosa: hombres  y mujeres reventones que ayudaban a soltar la pelvis y que ellos tenían derecho de usar para divertirse. Al fin y al cabo era la comparsa de los negros.

Para terminar  el líder repleto de alusiones devotas a  su negrita hechicera (Juliana  Awadda, su tercera esposa, dueña de talleres  de fabrica de ropa denunciados por trabajo esclavo) bailan y terminan diciendo que quieren que la gente sea feliz…. (La felicidad del pueblo de la que hablaba Perón?). 

Finalmente Macri no aguanta más, se desmarca y cierra con algo así como “Basta de perseguir el pasado, tenemos que reconciliarnos con el pasado y enamorarnos entusiasmarnos con nuestro futuro” Como diría Charly García  la alegría no es solo brasilera y agitando con ganas la camiseta amarilla, el   PRO  nos muestra su trama más genuina.

miércoles, 6 de julio de 2011

Por el decreto de prohibición de avisos de oferta sexual

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner sancionó y promulgó un decreto nacional para erradicar de toda la Argentina avisos clasificados que promuevan la explotación sexual. Según establece la norma en su artículo primero, quedan prohibidos en todo el país “los avisos que promuevan la oferta sexual y hagan implícita o explícita referencia a la solicitud de personas destinadas al comercio sexual, por cualquier medio con la finalidad de prevenir el delito de la Trata de personas con fines de explotación sexual y la paulatina eliminación de las formas de discriminación hacia las mujeres”.

Este decreto se sancionó en vistas a dos leyes que rigen en la Argentina: la ley N° 26.364, de Prevención y Sanción de la Trata de Personas; y la ley N° 26.485, de de Protección integral para prevenir, erradicar y sancionar la violencia hacia las mujeres.

Desde el Centro de Comunicación y Género de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social entendemos que la sanción de este decreto constituye un importante paso que contribuye a cambiar una matriz cultural machista y patriarcal que discrimina a las mujeres, y las obliga a vivir en un ámbito social violento y discriminatorio.

Este decreto no sólo es importante en un sentido pragmático: es decir, en su fin primero de evitar la oferta sexual, y con ello la explotación sexual de mujeres en redes de Trata de Personas. Por sobre ello, creemos que esta normativa juega un papel preponderante en un simbolismo social que crea una matriz cultural en la que se han naturalizado acciones como la oferta sexual de mujeres hacia varones. Aspectos de una cultura que naturaliza discursos objetificantes hacia la mujer, y de este modo apaña su explotación sexual.

Katerine MacKinnon, en Hacia una Teoría Feminista del Estado, escribió: “El Estado, a través de la ley, institucionaliza el poder masculino sobre las mujeres institucionalizando en la ley el punto de vista masculino. Su primer acto de Estado es ver a las mujeres desde la perspectiva del dominio masculino; el siguiente es tratarlas de esta forma. Este poder, este Estado, no es un lugar concreto, sino una red de sanciones repartidas por toda la sociedad que «controla los medios principales de coacción» que estructuran la vida diaria de la mujer”.

Desde el Centro de Comunicación y Género consideramos que este decreto escapa del punto de vista masculino. Esta normativa que rige desde hoy en todo nuestro país es un pequeño paso para transformar una matriz cultural machista y desnaturalizar esos discursos que objetifican a la mujer y la someten a un dominio, que tal como lo definió
Pierre Bourdieu en La Dominación Masculina, “La violencia simbólica impone una coerción que se instituye por medio del reconocimiento extorsionado que el dominado no puede dejar de prestar al dominante al no disponer, para pensarlo y pensarse, más que de instrumentos de conocimiento que tiene en común con él y que no son otra cosa que la forma incorporada de la relación de dominio”.

jueves, 2 de junio de 2011

"El 80 por ciento de las víctimas de violencia doméstica son mujeres"


La ministra de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Carmen Argibay brindó  una conferencia sobre “Violencia de género y discriminación contra la mujer” en los Tribunales de Lomas de Zamora. Ante un auditorio colmado, la jueza recalcó que el fenómeno "no es una cuestión de clases" y advirtió que "en el 80 por ciento de los casos de violencia doméstica las víctimas son mujeres". Durante su disertación también se refirió a la despenalización del aborto. "No me parece que el aborto sea algo bueno, pero creo que las mujeres tienen que tener derecho a decidir qué hacer”, opinó.

La ministra de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Carmen Argibay visitó ayer los Tribunales de Lomas de Zamora para ofrecer una conferencia sobre un tema que preocupa a la sociedad y que cada vez se hace más visible en todos los sectores sociales, la discriminación y la violencia contra las mujeres.

“Esto no es una cuestión de clase, se da en todas, y la mayor parte está en la clase media”, aseguró.

La charla, organizada por el Consejo Departamental Lomas de Zamora del Instituto de Estudios Judiciales de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, tuvo como objetivo “alertar sobre las formas en que la sociedad discrimina a la mujer o ejerce violencia sobre ella”.

De esta manera, en su disertación, la jueza hizo referencia a los ejemplos con los que se encuentra en su ámbito de trabajo, las frases que se escuchan y las situaciones que se viven a diario. También aportó las estadísticas que maneja el Máximo Tribunal y que sustentan la preocupación.

“La oficina de Violencia de Género de la Corte ha comprobado, con estadísticas que son fieles, reales y confiables, que el 80 por ciento de las víctimas de violencia doméstica son mujeres; el 17 por ciento son niños y sólo el 3 por ciento son varones adultos que no necesariamente son golpeados por mujeres si no por otros varones”, aseguró Argibay.

Analizó, además, que esto es un fenómeno que se repite en todo el mundo y que ocurre de la misma manera, ya que la forma en que actúan tanto los hombres como las mujeres que son víctimas son similares

En esta línea, a través de la presentación de una serie de diapositivas, señaló que esta tendencia “se viene arrastrando desde hace siglos” y señaló cómo quedó reflejada en muchos escritos a lo largo de la historia, en los que siempre la mujer ocupó un lugar de inferioridad respecto al hombre.

“Las reglas de la civilización han sido impuestas por los hombres, disfrazadas con un tinte cultural y religioso, pero todavía hay muchos ejemplos de esa situación”, indicó.

En este sentido, mencionó el caso del juez de la Suprema Corte de Justicia de Tucumán René Goane, quien fue denunciado por discriminación luego de decir que “desde que se intensificó el ingreso (al ámbito judicial) de personal femenino, se trabaja menos tiempo”

“Las mujeres trabajamos el doble, salimos de un trabajo y entramos al otro. Cuando llegamos a nuestras casas somos expertas en muchas cosas, somos cocineras, niñeras, maestras. Y los horarios de tribunales también los impusieron los hombres”, apuntó la ministra en alusión a los dichos de su colega tucumano.

Al final del encuentro también se refirió a otro debate que está en puerta, la despenalización del aborto.

“Mi posición es conocida, no me parece que el aborto sea algo bueno, pero me parece que las mujeres tienen que tener derecho a decidir qué hacer en cada caso”, sostuvo.

Argibay fue la primera mujer que integró la Corte Suprema de Justicia, y jueza de Primera y Segunda Instancia en el Fuero Criminal de la Nación. Fundó la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina y formó parte del Tribunal Internacional de Mujeres sobre Crímenes de Guerra para el Enjuiciamiento de la Esclavitud Sexual.

Entre el público, compuesto por más de 200 personas, estuvieron jueces de los tribunales de Familia, de la Cámara en lo Correccional y Penal, de Garantías y de la Cámara Civil y Comercial. También se hicieron presentes varios docentes, miembros de organizaciones barriales y el director de la revista “No hay Derecho”, Alberto Bovino, además de los organizadores del evento: los jueces Emilio Villa Mayor y María Silvia Villaverde.

FUENTE: INFOREGIÓN

martes, 17 de mayo de 2011

Presentación del Observatorio



Este viernes a las 14.00, integrantes del Centro de Comunicación y Género de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social estarán presentando el informe del Observatorio de Medios con perspectiva de Género, obtenido de los medios visionados en los meses que transcurrieron este 2011. La cita es en la sede de la Facultad de Periodismo del Bosque, diagonal 113, esquina 63.