jueves, 11 de abril de 2013

Las mujeres y la tarea de la reconstrucción. Una mirada de género sobre la solidaridad en la ciudad


*Por Juliana Díaz Lozano, del Laboratorio de Género y Comunicación Social- FPYCS-UNLP


En el día de la fecha se cumple una semana del inédito temporal que padecimos en La Plata, el Gran Buenos Aires y la Capital. El agua ya bajó en la mayoría de los barrios más afectados, pero, las problemáticas y las consecuencias de las inundaciones recién comienzan a surgir. Como sociedad demostramos la capacidad de respuesta inmediata a las necesidades de las familias inundadas, la activación y creación de redes de solidaridad, las inmensas colectas, el trabajo mancomunado. Nos parece importante, sin embargo, visibilizar fundamentalmente el lugar de las mujeres en esta empresa, ponderar un trabajo y una entrega que merece una lupa de género, una reivindicación particular.
Bien sabemos que muchas veces los roles tradicionales que desempeñan las mujeres en nuestra sociedad están relacionados con el ámbito privado, con el trabajo doméstico no remunerado, con las tareas de cuidado. Y también sabemos que esa división sexual del trabajo conlleva dinámicas de opresión de género que reservan para los varones la gestión del espacio público y político. Sin embargo, en los peores momentos de nuestra historia reciente, la crisis del 2001, para citar un ejemplo, quedó demostrado que fueron las mujeres quienes primero tomaron el espacio público para garantizar la subsistencia familiar, buscando trabajo, inventando trabajos, pero sobre todo, saliendo a darse la mano con otras mujeres para “salir” colectivamente.
Las inundaciones en nuestra zona, La Plata, Berisso y Ensenada, también fueron el marco de nuevas formas de solidaridad y participación popular. En todas las actividades de estos días frenéticos destacó el papel de las mujeres, como organizadoras, convocantes, trabajadoras. Comedores, copas de leche, roperos comunitarios, organización de donaciones, gestión del trabajo desde las Facultades, todas estas tareas han tenido el sello de las mujeres.
Ahora viene la reconstrucción, el trabajo a mediano y largo plazo en los barrios, en la ciudad. Una labor que va a encontrar a las mujeres rearmando lo necesario, uniendo a las personas, activando los vínculos entre instituciones, organizaciones, vecinos y vecinas. Porque, aunque el espacio público ha sido vedado históricamente a las mujeres, estas demuestran día a día y más en los momentos difíciles, que pueden descifrarlo y ocuparlo como nadie, que están hechas para resistir en la ciudad.

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